La persona con alguna discapacidad, muchas veces se ve privada en mayor o menor medida -ya sea por su deficiencia o problema, pero sobre todo por una subvaloración de su persona de actividades “normales”, como aquellas relacionadas con el arte y la cultura. por Elena Goldin Psicóloga
Por ejemplo, pocas veces encontramos personas en sillas de ruedas, o personas con deficiencia mental, o personas ciegas, en museos o casas de cultura. Tampoco existen suficientes actividades y programas artísticos para este sector. Sin embargo, a través del arte la persona con discapacidad puede ampliar y enriquecer su mundo.