Los Planes Nacionales de Patrimonio Cultural son instrumentos de gestión de los bienes culturales, sólidamente sustentados sobre el consenso de criterios y metodología de intervención en los mismos, así como amparados por una política de colaboración de las administraciones y entidades públicas y privadas en la compleja tarea de su protección y promoción.
Creados en la década de los años 80 del siglo xx, estos Planes han permitido hasta el momento la ejecución de un amplio número de proyectos de conservación, investigación, documentación y difusión de bienes culturales, siendo éstos de carácter mueble, inmueble e, incluso, de naturaleza inmaterial. De este modo, los Planes Nacionales se revelan hoy como herramientas eficaces que garantizan el desarrollo coordinado de políticas de protección del Patrimonio Cultural.